Estudiantes plantean usar bacterias de vertedero para optimizar la producción de biogás y biofertilizantes
Tras décadas de acumulación de desechos, el basural La Chimba de Antofagasta contaría con microrganismos altamente eficientes en la degradación de materia orgánica.
Décadas de acumulación de desechos en el basural La Chimba proporcionaron el insumo ideal para un novedoso proyecto desarrollado por tres estudiantes de Biotecnología de la Universidad de Antofagasta.
El grupo, integrado por Ignacio Soto, Abdiel Gómez y Gabriel Alfaro, propone usar bacterias del exvertedero local para generar un fermentador biológico capaz de degradar materia orgánica con mayor eficiencia que los conocidos actualmente, obteniendo como subproductos biometano para uso doméstico y un biofertilizante para la agricultura.
El proyecto se denomina “Biodigestor productor de biogás y biofertilizante” y fue seleccionado entre los 100 proyectos de emprendimiento más destacados de Latinoamérica por Jump-Chile, el mayor programa nacional de emprendimiento universitario del país, organizado por la Pontificia Universidad Católica de Chile, a través del Centro de Innovación UC y SURA.
Ignacio Soto, líder del proyecto, explicó que se propusieron usar bacterias autóctonas extraídas del basural por la especialización que estas han adquirido en la degradación de materia orgánica a lo largo de muchos años, lo que las convertiría en la opción de mejor rendimiento para este tipo de procesos.
“Como en Antofagasta no tenemos selección de desechos, sino que todo llega al mismo lugar, en La Chimba tenemos un gran cúmulo de basura que se ha ido degradando naturalmente durante décadas, transformándolo en un lugar rico en bacterias muy eficientes para degradar materia”, dijo el alumno.
Como primer paso en su proyecto, los estudiantes experimentaron con dos prototipos de fermentador. En el primero la degradación la realizaron las bacterias que naturalmente intervienen en la descomposición de la materia (bacterias emergentes), mientras que al segundo se le agregaron bacterias extraídas del basural. “Así nos dimos cuenta que cuando usamos tierra del vertedero, el proceso fue más rápido y eficiente”, dijo el estudiante.
Con ese antecedente, el grupo ahora se prepara para avanzar a la segunda etapa de la investigación, donde intentarán aislar en laboratorio las bacterias que intervienen en la degradación de la basura y optimizar todo el proceso mediante el control de ciertos parámetros. “Creemos que con la temperatura, presión y humedad adecuadas, esas bacterias podrían ser aún más eficientes”, planteó el alumno de Biotecnología.
SUBPRODUCTOS
El biogás es un gas renovable compuesto principalmente por metano y dióxido de carbono obtenido a partir de la degradación anaeróbica (sin oxígeno) de residuos orgánicos, y cumple la misma función que el gas licuado que se emplea en los hogares, con una diferencia mínima de rendimiento.
El proyecto de los alumnos de la UA tiene como objetivo principal mejorar este proceso, mediante el uso de un conglomerado de bacterias específicas y el diseño de un biodigestor que proporcione un ambiente adecuado para que ellas realicen su trabajo con eficiencia.
De esta manera se podría aumentar la recolección de gas y también de un segundo subproducto de valor, como es el residuo material que resulta de los procesos metabólicos de las bacterias y que tiene el potencial de ser un biofertilizante.
El proyecto nació hace un año a partir de la preocupación que provocó en el grupo de alumnos los constantes problemas ambientales y sanitarios que causa el basural La Chimba, que pese a estar cerrado desde 2020, sigue siendo un riesgo para la ciudad.
“Con este sistema de biodigestores podríamos valorizar la materia orgánica para evitar que se produzcan vertederos, que son espacios muy contaminantes al interior de las ciudades, obteniendo dos subproductos útiles en todo este proceso”, afirmó Ignacio Soto.
Tras ser seleccionado entre los 100 proyectos de emprendimiento más destacados de Latinoamérica por Jump-Chile, el equipo integrado por alumnos de la Universidad de Antofagasta ahora aspira a pasar a la etapa de los 20 semifinalistas, donde deberán trabajar en el diseño de su modelo de negocios y la generación de un prototipo mínimo viable de su producto.
Posteriormente, serán seleccionados los 10 proyectos finalistas, entre los cuales se elegirá a los ganadores en las categorías Oro, Plata y Bronce.
Sobre la clasificación del equipo entre los 100 más destacados de Jump-Chile, Ignacio Soto dijo que “este avance tiene un significado especial y representa un logro importante para el equipo. Esto demuestra que nuestros años de formación y el tiempo dedicado a nuestro trabajo ha dado buenos resultados”.