¿Qué ciudad estamos construyendo?
Por Andrea Cox, jefa de operación social del Hogar de Cristo.
Antofagasta revela dos caras: a pesar de contar con un ingreso promedio que supera el millón de pesos, la región enfrenta el desafío de ser un territorio incapaz de distribuir equitativamente sus riquezas. Los más de 100 campamentos que se extienden por los cerros que rodean la ciudad, como una ola inmóvil, contrastan con la aparente prosperidad minera que impulsa nuestra economía.
¿Dónde está nuestra solidaridad cuando 400 personas duermen en las calles de la ciudad? ¿Qué pasó con esa “prosperidad” que tanto destacamos cuando cerca de 66 mil migrantes empobrecidos buscan su lugar en el mundo y nuestros adultos mayores están librados a su suerte en barrios dominados por el narcotráfico?
La realidad es dura: la pobreza en hogares compuestos solo por adultos mayores en Antofagasta ha crecido de manera alarmante. Hoy, el 4.3% de estos hogares vive en pobreza, un salto considerable respecto a años anteriores. Este grupo, ya frágil, subsiste con un ingreso promedio mensual de poco más de 601 mil pesos, una cifra que es un 59% inferior a la de aquellos hogares que no tienen a una persona mayor entre ellos.
Es miope pensar que el avión no se caerá porque yo voy en primera clase. El asombro de tantos diciendo “¿pero eso pasa realmente aquí?” da para pensar. Impresiona la falta de sensibilidad de lo que ocurre en el Antofagasta segregado que construimos. Esa parte del país abandonado por un Estado insuficiente, por los privados distraídos y por una sociedad civil atemorizada frente al narco que llegó a hacerse cargo en nuestra ausencia.
Algunos creen que la solución está en encerrarse más, en poner más luminarias y rejas, llenar todo de carabineros y desalojar los rucos porque “afean” el paisaje. Pero la represión del delito no impide que se repita si no se acompaña con un trabajo de justicia restaurativa y la reconstrucción de los vínculos sociales para vivir juntos. No podemos ahorrarnos ese trabajo si queremos paz.
Este 29 de agosto, la Universidad Católica del Norte y la Red Apostólica Ignaciana organizan el seminario “Antofagasta: desafíos y oportunidades para una ciudad integrada”. Será un espacio para analizar cómo Antofagasta puede convertirse en una ciudad verdaderamente inclusiva. ¿Te unes al debate o seguimos viviendo segregados en una de las regiones con el mayor ingreso promedio de Chile?